Un total de veintidós soldados ucranianos peregrinaron al Monte Athos. En busca de paz física y mental, los soldados partieron en autobús desde la ciudad ucraniana de Lviv y viajaron más de 1.000 kilómetros hasta el Monte Athos con la esperanza de escapar de los intrusivos recuerdos del campo de batalla. Según un informe de Reuters, durante su estancia de cinco días, los soldados –algunos con piernas y brazos amputados, otros con cicatrices en la cabeza– hicieron una peregrinación a doce monasterios. Todos los monasterios visitados eran griegos (aunque el ruso está habitado y regentado principalmente por monjes ucranianos desde hace años, y en los serbios y búlgaros no habrían tenido barrera idiomática). Su visita al Monte Athos forma parte de un programa de apoyo psicológico organizado por las autoridades ucranianas.
“Muchos soldados están sufriendo por los acontecimientos de los últimos tres años. Muchos de ellos padecen diversas enfermedades, están heridos y necesitan rehabilitación”, dice el padre Mykhailo Pasyrsky, un sacerdote ortodoxo ucraniano que acompaña a los hombres en su viaje.
Ivan Kovalik, de 22 años, es uno de los soldados que perdió ambas piernas mientras estuvo en el frente hasta septiembre de 2023. “Por supuesto, venir aquí me ayudó mucho porque me liberé del estrés”, dice sobre su visita al Monte Athos, que piensa repetir. «Cuando visité el Monte Athos, sentí la gracia de Dios, la bendición de Dios, la grandeza de Dios», dice Orest Kavetsky, un empleado de la administración de Lviv que ayuda a organizar el viaje. Según él, estos cinco días en el Monte Athos, en términos de su impacto en la psique de los soldados, corresponden a un año de rehabilitación en los centros médicos.
Participación en operaciones militares, especialmente en la escala y en el derramamiento de sangre en Ucraniacrea un trauma grave para los soldados, que luego tienen problemas en su resocialización. La violencia antinatural y los asesinatos hieren profundamente la psique. Se necesita atención especializada para superar el estrés de la posguerra, de modo que estos jóvenes puedan volver a una vida pacífica, aunque con distintos grados de discapacidad física.
Foto ilustrativa de Serafeim Barakos: https://www.pexels.com/photo/external-view-of-agiou-pavlou-monastery-mount-athos-chalkidiki-Grecia-20190447/
Agradecemos por el contenido a The European Times.
