El mes pasado, los estudiantes de Bangladesh protagonizaron protestas masivas contra el gobierno, exigiendo el fin de un «sistema de cuotas» para los empleos públicos en medio del creciente desempleo.
Según los medios de comunicación, más de 200 personas murieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, incluidos transeúntes.
Aunque las autoridades retiraron el sistema, el viernes estallaron nuevas protestas en algunas zonas de la capital, Dhaka, para exigir responsabilidades, según los informes.
Proteger a los niños es responsabilidad de todos
Sanjay Wijesekera, Director Regional de UNICEF para Asia Meridional, que acaba de regresar de Bangladesh, expresó su profunda preocupación por el impacto de la violencia y los disturbios actuales.
«UNICEF ha confirmado que al menos 32 niños murieron durante las protestas de julio, y muchos más resultaron heridos y fueron detenidos. Se trata de una pérdida terrible. UNICEF condena todos los actos de violencia», afirmó en un comunicado.
«Hay que proteger a los niños en todo momento. Es responsabilidad de todos».
No más detenciones de niños
El Sr. Wijesekera también tomó nota de los informes según los cuales se detenía a niños, y subrayó que para un niño, entrar en contacto o conflicto con la ley puede ser muy aterrador.
De acuerdo con la legislación internacional sobre derechos humanos y la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, de la que Bangladesh es signatario, pidió que se pusiera fin a la detención de niños en todas sus formas.
«Esto significa que los niños no deben ser detenidos o encarcelados por su mera presencia en cualquier lugar o por su origen, religión o actos o creencias de sus familiares», afirmó.
Reabrir las escuelas
Con el estallido de las protestas, las autoridades ordenaron el cierre de las escuelas, lo que provocó que unos 30 millones de alumnos, desde preescolar hasta secundaria, perdieran 10 días de clase. Esto se sumó a las pérdidas de aprendizaje debidas al cierre de escuelas a principios de año por temperaturas extremas, ciclones e inundaciones.
Se espera que las escuelas primarias reabran el 4 de agosto en muchas partes de Bangladesh, pero unos 15,5 millones de escolares seguirán sin poder reanudar el aprendizaje.
Wijesekera subrayó la importancia de reabrir las escuelas, reanudar el aprendizaje y reunir a los niños con sus amigos y profesores.
«[Es] una de las mejores maneras de ayudar a los niños a recuperarse de la violencia y de mantenerlos a salvo», dijo, y añadió: «Cuanto más tiempo estén los niños fuera de la escuela, especialmente las niñas, menos probabilidades hay de que vuelvan, poniendo en peligro su futuro».